sábado, 6 de enero de 2024

LA NAVIDAD Y SUS FULGORES

De todos los tiempos y fiestas del calendario cristiano, sin duda que el ciclo de la Navidad -desde el Adviento hasta la Epifanía- es el que me moviliza más emociones, desde la profundidad de su misterio y su brillo refulgente en la alta noche. Es allí, en el momento en el que el celebrante entona el Gloria gregoriano durante la Misa de Gallo, cuando todos nos sentimos estrechamente hermanados en el acontecimiento inefable de un Dios hecho hombre. El Pesebre ya completo lo anuncia y lo proclama, mientras parece invitarnos con la antigua melodía: Venite, adoremus!

Vengo de un país en el que a la Navidad, la cultura oficial llama “Día de la Familia” desde 1919 (1). Mis recuerdos, por ende, en el marco de una infancia dorada, la asocia a grandes reuniones de una familia feliz, a O du Fröeliche, o du Selige o el infaltable Stille Nacht, heilige Nacht salidos de un vinilo de los Niños Cantores de Viena, o a las más cercanas vidalas y chamamés de la inolvidable “Navidad nuestra” de Ariel Ramírez, con sus “Que Dios te salve María, la más bonita kuñatai” de la Anunciación. Todo en torno a una mesa colmada de delicias europeas a la hora del brindis, tras la regular carne asada venida de los gauchos, otro curioso sincretismo. 

 

Esta navidad de 2023 conmemoró el 800° aniversario del primer Pesebre o Belén creado por san Francisco de Asis en Greccio, Italia. Según lo describe san Buenaventura, el pesebre era viviente (con humanos y animales representados en los roles bíblicos). Imagen: Pesebre de la Catedral Saint-Maurice de Angers, Francia.

Por entonces el Pesebre y sus misteriosas figuras, junto al infaltable y perenne arbolito navideño con sus adornos primorosos, constituía ciertamente el lugar del misterio trascendental a las palabras, más allá de los regalos que iban a llegar cuando diera la medianoche.

¿Por qué esas figuras? ¿Por qué ese pino decorado con tantas luces y colores, todo lo cual preparábamos con esmero y antelación? Ahí estaba el Niño Dios, allí estaban rodeándolo el aliento cálido de un asno y un buey, porque "conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo,” (2) enseñándonos lo que por el filtrado de nuestro raciocinio excesivamente cartesiano, 2 + 2 son 4, a nosotros, Pueblo de Dios, nos resulta difícil discernir. Y estaba la mirada amorosa de la Virgen María, “puerta del cielo siempre abierta”, como enseña la antífona mariana de estos días,(3) y estaban San José, del linaje de David, el rey músico, los humildes pastores, los enigmáticos Reyes Magos, todo lo cual mi escueto catecismo le confería la justa aureola de maravilla.

OTRA DOCENCIA NAVIDEÑA A TRAVÉS DEL ARTE

El paso del tiempo, y en particular el estudio y práctica del canto gregoriano hicieron que la Navidad cobrara una dimensión distinta, acaso más desconectada del entorno: si bien la fe cristiana es eminentemente celebrativa y comunitaria (es bien sabido que la familia cobra su lugar preponderante en la historia de la Salvación), Dios habla a cada uno de nosotros en la profundidad de nuestros corazones.

Y a descubrir las maravillas de este repertorio único del Adviento, que parten como en una soberbia obertura del introito Ad te levavi, en "subida" hacia la gran fiesta del Sol de Justicia. Una subida que se hace intensa, rica, plena de regalos para el alma dispuesta a dejarse llevar de estos encantos, y no solo los que encontraba bajo aquellos lejanos arbolitos de Paysandú, la entrañable ciudad de mis mayores, o de Montevideo, mi ciudad balcón al sur, y la de mi propia familia.

En efecto, a la Navidad se accede como por peldaños, gracias a las antífonas "O" de las vísperas de sus últimos días, con su repetición formulada y admirativa hacia Quien es la Sabiduría, el Adonai, la Raíz de Jessé, la Llave de David, el Oriente, el Rey de las naciones, el Emmanuel, todos títulos mesiánicos: una a una nos conducen desde la sabiduría (el 17 de diciembre) hasta Quien habrá de nacer en el hoy eterno,(4) el divino Emmanuel (el 23 de diciembre), anunciado por los profetas, el Cristo de Dios. Una subida, en fin, que es sugerida en cada una de estas piezas,(5) abarcando seis de las notas de la gama musical, de re a si/sib, o aun todas ellas desde el do, si consideramos la pretónica que es rozada tras la cesura del versículo:

 

 
El neuma “llave” a esa subida exclamativa, es el podatus initio debilis sobre la "O" (tomado del Antiphonale Romanum II, Solesmes, MMIX, p. 43).

Si; subimos hasta la Navidad para contemplar el Dios que se abaja a nuestra naturaleza más frágil, a nuestra humanidad mas desprotegida, tal y como lo vemos en los Pesebres del mundo en la figura de ese Niño que viene de nacer, un Dios encarnado que se hace hombre para que nosotros participemos de su inmanente divinidad, lo cual ciertamente es el tesoro oculto que lleva todo cristiano. Y esto, lejos de ser un oxímoron teológico, es un hecho histórico colmado de certezas: los que sabemos de su presencia real "que excede todo conocimiento"(6) en nuestras vidas, no podemos sino que emocionarnos e ilusionarnos mientras se suceden esas cuatro semanas que preparan el Gran Día.(7)

Después vienen más obras maestras del repertorio gregoriano, partiendo de los introitos de las tres misas de la Natividad del Señor: Dominus dixit, en el que el Padre y el Hijo dialogan en la intimidad del Espíritu Santo, en la misa de la noche; Lux fulgebit, el anuncio del nacimiento histórico bajo la Estrella de Belén, en la misa de la aurora, con sus destellos verdaderamente visuales; y finalmente Puer natus, en la misa del día, una pieza colmada de alegría que se expande a los cuatro vientos, desde su brillante quinta ascendente del primer neuma. Es una expresión magistral de que las tinieblas dan paso a la luz, la epifanía de Dios nos alcanza a todos, a todos los pueblos, a todas las naciones, a la condición humana en su plenitud. 

 

El Coro gregoriano de París interpretando el introito Puer natus durante la Exposición universal de Nagoya, Japón, en 2005 (https://youtu.be/77gg7KpvF9g?si=uSC4ziBCT3Tb74Jt ).

HACER DE CADA DIA UNA NAVIDAD

El recuerdo de aquellas tantas navidades luminosas junto a mi familia, se superponen a aquella lejana e irrepetible compartida junto a los amigos del Coro gregoriano de París en Alejandría, cuando nos encontrábamos en gira por el País de los Faraones. O tantas otras posteriores, entonando esas piezas como tantas otras soberbias -en su justo título- que nos ha dejado la tradición musical de la Iglesia, lo que tenía como lugar privilegiado la flamígera iglesia de Saint-Séverin de París. Entonábamos y entono hoy y siempre el gregoriano, y siento que con ello estoy más cerca de los ángeles que anunciaban cantando el nacimiento del Unigénito de Dios en Belén, lo cual -corresponde reconocerlo- es un privilegio de quienes nos valemos del arte de los sonidos para la alabanza divina, tanto dentro como fuera de la Liturgia: hacerse uno con los ángeles del Cielo, sea en castellano o en guaraní, como en la gran obra de Ramírez; en alemán, francés o no importa qué lengua, como en tantas otras joyas de la tradición popular; y especialmente en latín, la lengua de la Iglesia de Roma desde el lejano siglo IV.

En este mundo que pareciera darle la espalda a las realidades supranaturales por sospechosas o “incomodas”, y ya decía Bernanos que la civilización occidental es ante todo “una conspiración universal contra toda forma de vida interior”,(8) los fulgores de la Navidad, llamados a perdurar a lo largo de todo el año, son fehacientemente el portal a una trascendencia que nos ha sido arrebatada en dosis homeopáticas, y que empero por derecho propio nos pertenece. Es al cristiano a quien corresponde prolongar aquel hoy eterno, para que esa epifanía sea un perpetuo llamado a la conversión y luego a la alabanza: venite adoremus...

Enrique Merello-Guilleminot

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(1) Sin contar, naturalmente, a los países de cultura islámica, junto a China y Corea del Norte, el Uruguay comparte ese dudoso podio mundial del escepticismo institucionalizado: ciertamente, “como el Uruguay, no hay”, tal como repetían nuestros mayores, aunque aquí sin ánimo de elogio.

(2) Cf. Is. 1,3.

(3) La antífona de Completas del Adviento y Navidad Alma Redemptoris Mater.

(4) Es ésta, precisamente, la docencia de la antífona del Magnificat Hodie Christus, del mismo día de Navidad.

(5) Conviene precisar que el ms. Hartker (St. Gall 390/391) registra doce de estas antífonas (ff° 40-41), y por tanto cinco de las cuales no están transcriptas ni en el Antiphonale Monasticum de 1934 ni en las ediciones solesmenses del presente siglo.

(6) Cf. Ef 3,19.

(7) Qué pueden decir, uno se pregunta, los escépticos de la historicidad de Jesús de Nazaret, de ayer como los de hoy, tal como Michel Onfray, cuando no es ni en los escritos de Flavio Josefo, Tácito, Suetonio, Mara bar Serapion, ni siquiera en el papiro P52 (Papyrus Ryl. Gr. 457, i J. Rylands Library, Manchester), donde hay que buscar las pruebas documentales, sino en el testimonio vivo de los millones y millones que lo confiesan hoy y hace dos mil años como Hijo del Dios altísimo.

(8) Cf. BERNANOS, G. (1946), La France contre les robots, éditions France Libre, Rio de Janeiro.

sábado, 25 de noviembre de 2023

A JORGE LUIS BORGES

 

Tarde fue en mi mediodía
que al borde de Maipú al novecientos
noventa y cuatro me allegué;
ya no estaban
ni tu bastón ni tus palabras
entrecortadas
como el astro oblicuo
entre la pérgola de los patios fervorosos;
 
Ya no estaban
tus palabras certeras
como la daga del lejano cuchillero,
las guitarras gauchas,
los aljibes que atrapan la plata lejana,
el laberinto de tus etimologías
en los confines del abismo,
el horror de los espejos.
 
Ni menos aun
los juegos con la memoria y el tiempo,
despoblados estantes sin aliento
donde Chesterton o De Quincey;
el caos meticuloso,
tus omnipresentes muertos,
y tu Patria que es un poco la mía
en razón de colores y de geografías.
 
En este hoy sin almanaques te sé
junto a ese otro polímata
por poco ya olvidado,
al fin compartiendo metáforas
en horas lánguidas
por la generosa benevolencia
de ese propósito ético
al que llamaste Dios:
El mismo a Quien te dirigiste “por si acaso”
intuyendo la luz
que en décadas te fue vedada,
en tu postrero Padrenuestro. 
 
Me queda tu vasto universo
poblado de inexorables diagonales,
sin igual en los siglos castellanos,
y aun la esperanza del encuentro mañana,
a efectos de compartir
estos versos apenas insinuados.
 

(C) Enrique Merello-Guilleminot

1er Premio en Poesía en el Certamen literario organizado por la Asociación Calabresa Mutual y Cultural de Buenos Aires (Argentina), noviembre de 2023

Imagen: Internet

lunes, 13 de noviembre de 2023

“NOW AND THEN”: ¿EL RETORNO DE THE BEATLES?

Doce días atrás se dio a conocer por parte de la banda de música pop más importante de la historia un trabajo discográfico presumiblemente conclusivo de su carrera. Un acontecimiento que involucra a octogenarios en plena actividad e impacta especialmente en el corazón de babyboomers como quien esto escribe, crecido en lo fermentales años ‘60. 

Se trata del tema “Now and then” de The Beatles, publicado en plataformas de streaming el 2 de noviembre -Día de Difuntos- al que precedió en la víspera un cortometraje documental de 12’ dirigido por Oliver Murray (con la historia tras “Now and then”) y luego al día siguiente su videoclip respectivo con dirección de Peter Jackson. La pieza está disponible desde el 3 de noviembre en vinilo y cassette como sencillo doble cara A junto a una nueva mezcla de “Love me do”, que fuera su primer éxito en 1962, lo que viene a ser una suerte de “Hello, goodbye”. Asimsimo integra una reedición con nuevas mezclas y materiales de los álbumes compilatorios Red y Blue (1973), en formato vinilo y CD. 

En estas líneas permítaseme referirme a este acontecimiento -lejos de mi especialidad, lo reconozco- habida cuenta de la importancia superlativa de los Fab Four, de las múltiples reacciones que ha generado la obra, de su carácter una vez más revolucionario en el buen sentido, y por qué no, de cuanto significa este grupo musical en el plano personal.

Imagen promocional del doble sencillo “Now and then” / “Love me do” 

El origen de la pieza se remonta a 1977 o 1978, cuando en su domicilio neoyorkino John Lennon registra valiéndose de un grabadora de cinta Sony CF-580 y acompañándose de su piano un conjunto de cuatro demos: “Free as a bird” y “Real love”, piezas retrabajadas por los sobrevivientes del grupo en 1995 (Sir Paul Mc Cartney, George Harrison y Sir Ringo Starr) e incluidas en el proyecto retrospectivo multimedia The Beatles Anthology (1995-1996), «Grow Old With Me», pieza finalmente publicada en el disco póstumo de Lennon Milk and Honey (1984) y «Now and Then». Esta última, prevista para el tercero de los doble CDs del Anthology, finalmente fue entonces descartada en razón de un persistente zumbido de baja frecuencia imposible de erradicar, así como de la imposibilidad de separar el piano de la línea de canto para lograr una pista vocal depurada. Aquí es donde intervino la tecnología, en lo que devino un verdadero rescate histórico de esta “canción perdida”. 

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA), UN MONSTRUO CON CABEZA 

En noviembre de 2021 el multioscarizado Jackson presentó la miniserie The Beatles – Get back, un documental musical de 7 hs 47’ que registraba las sesiones de trabajo (ensayos, grabaciones) de la banda en vistas a un último concierto en la azotea de Apple Corp., todo lo cual reducido a su mínima expresión se pudo ver en el film Let it be de 1970. Las novedades aquí fueron múltiples: la inmersión arqueológica que emprendió el citado director sobre horas y horas de filmación, recuperó el verdadero espíritu de esas sesiones pero en lo técnico impactó al mundo con la recuperación digital de imágenes (parecieron haberse filmado ayer) y sonido, esto último a partir de la IA. Se trata del software llamado MAL (Machine audio learning) (1) con el cual se pudo aislar sonidos de una única pista o recuperar diálogos casi perdidos, y todo esto con una claridad apabullante. Ese fue el Hilo de Ariadna para que “Now and then” saliera a la luz veintiocho años después de haberse guardado en un cajón...

Lo cierto es que, en música popular, Los Fab Four pareciera que siguen señalando un antes y un después. En efecto, la innovación siempre estuvo en el ADN de la banda británica, en cuanto a la obra musical (el “producto” musical) strictu sensu y al mismo marketing, que tiene que ver con la difusión, algo sin lo cual ningún artista hoy puede hacer conocer su trabajo. Innovaron rompiendo las barreras entre lo clásico y lo popular, abordando (y experimentando) distintos géneros,(2) recurriendo a instrumentos tradicionales, interactuando en el proceso creativo con las técnicas de grabación en las que también innovaron en procedimientos como el Artificial Double Tracking (ADT), el uso de la retroalimentación sincronizada, los empalmes loops de audio, el efecto estéreo o el microphoning. Innovaron también en el desarrollo del disco conceptual, la inclusión de las letras de las canciones, el arte de portada, etc. 

Y aquí quiero detenerme, pues estamos ante el hecho histórico que normalmente se deja de costado; los puristas, rechazando la categoría canónica de verdadera canción de The Beatles, y los demás tocados por la inevitable magia de descubrir una nueva canción del grupo musical que acompañó sus vidas, la vida de varias generaciones. En efecto, una vez más rodeados de grandes, como suele ocurrirles a los personajes de la historia no importa de cuáles grandes empresas, como antes con Brian Epstein o George Martin, aquí la sociedad de Mc Cartney y Starr con Peter Jackson les permitió valerse de esta tecnología MAL: la IA al servicio de la música, no para crear sintéticamente productos inexistentes (3) sino para permitir el “milagro” de recuperar un material producido cuarenta y cinco años atrás con un equipamiento doméstico, y luego sin duda (alea jacta est) lo que acaso abrirá las puertas para revisitar la voluminosa discoteca mundial registrada durante más de un siglo: imagínese usted tener la posibilidad de escuchar cómodamente en su living las grandes voces del pasado y/o de las grandes orquestas en reediciones aisladas de ruidos, completamente restauradas. Es verdad que la IA resulta inquietante, pero lo que debiera interpelarnos es el uso que se le da a las tecnologías.(4) En lo personal nunca me opuse a ellas, cuando su aplicación es en favor del bien común, y éste sin duda es el caso. 

 

 Encuentro virtual en estudio de The Beatles grabando el último trabajo oficial de su catálogo discográfico (imagen tomada de https://www.youtube.com/watch?v=Opxhh9Oh3rg ). 

 EL PROBLEMA DE LA AUTENTICIDAD 

“Now and then” se presenta como “la última canción de The Beatles”, y uno podría preguntarse: ¿no era “The End” la última canción, título éste que cierra Abbey road (1969)? ¿O más bien “Her Majesty” esa breve pista oculta (de vuelta una novedad), tras 15’’ de silencio que se escucha tras la misma? ¿O acaso “I Want You (She’s So Heavy)” del mismo álbum, cuando los cuatro integrantes se encontraron por última vez en los estudios de Abbey Road de Londres para trabajar en sus mezclas, un 20 de agosto de 1969? 

En realidad, la pieza es en justo título una canción aparecida bajo el sello beatle, tanto como “Free as a bird” o “Real love” editadas en 1995, y si bien en una etapa conclusiva de una carrera por la ausencia física de dos de sus miembros, constituye el digno epílogo de su discografía en razón de que: 

1) Todos intervienen en su interpretación, una razón contundente, aun cuando en el catálogo oficial se cuentan (numerosas) piezas como “Yesterday” (Help!, 1965), “Blackbird” o “Good night” (The Beatles, 1968) donde solamente es uno de ellos quien participa en la versión final de la pieza en cuestión. 

2) Están los mismos dichos del propio Mc Cartney, en acuerdo con Starr -los sobrevivientes de la banda – y los cónyuges supérstites de los ya desaparecidos, así como sus hijos. Y si lo expresan ellos mismos, pareciera ser razón suficiente para aceptar las cosas como son, aunque el año 1970 (cuando oficialmente se separaron), sus flores, agitación y psicodelia, esté irremediablemente lejano en el tiempo. 

3) La inscripción “For Paul” que el propio Lennon -según transcendió- habría escrito en el cassette fuente de la canción supondría la voluntad de su autor de una colaboración con los otros beatles. Más allá de ello, el hecho de haber sido entregado por Yoko Ono Lennon a los otros integrantes de la banda expresa la intención de una re-elaboración futura, a efectos de hacer de ella otro éxito del cuarteto británico, de entre su vasto edificio de 214 composiciones, incluyendo a la misma.(5)

Convengamos, lejos de estas consideraciones que el problema es de orden afectivo, aceptando el hecho de lo redituable de la “industria de la nostalgia”: la evocación de experiencias felices proporciona placer, y eso está en la naturaleza humana. Crecimos con la certeza que la actividad del grupo llamado The Beatles abarcó la década de 1960, y ahora resulta que varias años después hay más canciones originales, y luego más actividad de estos artistas. “Disonancia cognitiva”, se podrá argüir, y aquí vaya si la expresión suena más que apropiada. Una obra desarrollada con el concurso de tecnología de punta que aquí no crea sino que contribuye a un mejor resulta artístico, ¿no es un hecho loable? ¿No está esto inscripto en el tradicional método de trabajo de este grupo a lo largo de su carrera, -sobre todo a partir de 1966- donde las tecnologías de última generación jugaron un rol decisivo? 

Luego está el videoclip, un trabajo contrafáctico de Jackson que contrasta a la nostalgia de la composición de Lennon, ese encuentro imposible en estudio de los cuatro músicos registrando (precisamente) esa última colaboración colectiva, para lo cual el director echó mano a imágenes de archivo y actuales, resultando de esto un video que tenía por fin consignar ese adiós, en clave de emoción conclusiva. 

Es una pena que muchos críticos le hayan cargado las tintas a este proyecto, invocando subjuntivos de toda clase, o directamente calificándolo como una profanación; pero al fin y al cabo, la función del crítico es criticar (lo sé por experiencia propia), por lo que estos despechos me resultan tolerables. 

UN BREVE ANÁLISIS 

La pieza de marras de 4’08’’ es una balada rock nostálgica en tonalidad de la menor donde, tras un conteo inicial que hace un guiño al del primer surco (“I Saw Her Standing There”) del primer álbum de la banda Please, please, me (1962), su autor canta con perentoria voz sobre el amor y la ausencia, en un texto concebido para una pieza algo más lenta (80 bpm en lugar de 88 bmp), y alrededor de 1’ más larga. 

Formalmente la canción grabada por John Lennon constaba de tres versos (estrofas) y el coro (estribillo) que comienza con las palabras “Now and then I miss you” (“de vez en cuando te extraño”) al que le antecedía un pre-coro modulante e incompleto que se decidió excluir: 

 

Melodía de la sección eliminada (imagen tomada de David Bennett Piano (https://www.youtube.com/watch?v=Xk88M4ABo_4&t=313s ) 

La versión final de “Now and then” es pues bipartita (dos versos-coro-verso-coro-puente instrumental-verso-final), lo que le da más equilibrio aunque pierde parte del ambiente propio del Lennon de esos años, dado por la línea melódica meditativa y sobre todo su modulación. 

La instrumentación, deja a su voz acompañada de guitarras que había grabado Harrison, más la batería y pandereta de Starr; el bajo, piano, y clavicémbalo eléctrico de Mc Cartney, a lo que se le agregó un solo de guitarra slide de este último al estilo de Harrison. Asimismo, se incluyeron samples de coros de The Beatles donde todos participan: canciones como “Because” (Abbey road), “Eleanor Rigby” y "Here There and Everywhere" (Revolver, 1966), y una sección de cuerda compuesta por Giles Martin (hijo de su productor histórico), McCartney y Ben Foster,(6) y grabada en secreto en Capitol Studios de Los Angeles, EEUU. El resultado es pues inconstestablemente una canción de muy buena factura y sonido beatle, lo que parece confirmarlo el recibimiento tan favorable que obtuvo, al punto de alcanzar el 1er puesto de venta en el Reino Unido. Otro hecho extraordinario, tras cincuenta y cuatro años de su último primer puesto en el Official charts británico (7) con “The Ballad of John and Yoko” publicado en sencillo en mayo de 1969, y hecho curioso, también grabado por dos de los Fab Four, en ausencia de los otros. 

LA ÚLTIMA REVERENCIA 

 “La tercera es la vencida”, se suele decir. Y si con “The End” The Beatles anunciaron sobre el final de Abbey road el fin de su aventura, con esa frase a manera de epitafio que parece perfecta: “and in the end, the love you take is equal to the love you make” (“y al final, el amor que te llevas, es equivalente al amor que das”), luego fue “Real love”, la que suponía un cierre de su producción musical. Su videoclip, en efecto, mostraba los símbolos identitarios del cuarteto de Liverpool ascendiendo a los cielos: instrumentos musicales, uniformes de la banda alter ego del Sargento Peppers…, todo se iba y parecía irreversible. Nadie -ni siquiera los beatles sobrevivientes, me atrevería a afirmar- se esperaban una última canción, una última reverencia… ¡en 2023! Lo que significó una suerte de conmoción planetaria que hizo recordar aquel fenómeno de masas llamado beatlemania.

 


Final del videoclip de “Now and then” (imagen tomada de https://www.youtube.com/watch?v=Opxhh9Oh3rg ). 

Como los grandes artistas que salen varias veces a escena a agradecer los aplausos de su público, los Fab four cierran así esta larga coda de su obra completa; obra que forjó un cambio cultural sin precedentes y sin el cual el arte y seguramente la sociedad serían bien diferentes. Obra, en fin, colmada de bellezas, siempre sorprendente y de fresca novedad, resistente al tiempo como es propio de lo clásico. 

Sí, en este mundo angustiado por la guerra, los desastres naturales y toda clase de injusticias, vivir la experiencia extraordinaria de la 1era audición de una canción de The Beatles resultó tan distópico como generador de emociones cruzadas. De vez en cuando recibir esta clase de regalos inesperados, alumbra esa chispa de felicidad que nos mantiene vivos. 

Enrique Merello-Guilleminot

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(1) En homenaje también a Mal Evans (1935-1976), quien fuera road manager, amigo de The Beatles e incluso participante en varias de sus grabaciones, omnipresente en esas grabaciones de la última hora de la banda; e incluso a HAL, el recordado computador del film 2001: Odisea en el espacio (1968).

(2) Incluso en piezas de música concreta, como el caso de “Revolution 9” (The Beatles, 1968), obra controversial que llega a interpelar sobre los límites de la categoría musical, con el perdón de los vanguardistas de primera mitad de siglo.

 (3) Hablando de “Now and then” ya están en la web versiones alternativas, por ejemplo en el estilo beatle de 1964. Pero esto reviste gravedad cuando se clonan las voces para cantar –o decir– palabras nunca expresadas, lo que supone un riesgo para los derechos de autor y/o de propiedad. 

(4) Hoy parecieran estar fuera de discusión los dúos virtuales del pasado, como los de Nathalie Cole con su padre Nat “King” Cole (“Unforgettable”, 2012), el que realizara Charles Aznavour con el holograma de Edith Piaf en 1997 (“Plus bleu que tes yeux”), o el show en vivo con el holograma de Michael Jackson, tras su fallecimiento (“Slave to the rythm”, 2014), estos dos últimos versiones actualizadas de la técnica llamada el “Fantasma de Pepper” creada en 1862. E incluso ya no se discuten más los ABBAtars de la residencia de concierto ABBA Voyage de Londres, con las imágenes holográficas de la banda sueca cantando sus canciones previamente grabadas, todo lo cual se refería en última instancia al álbum Voyage (2021) editado cuarenta años después de la aparición del último trabajo de ABBA en 1981.

(5) Después están la historia (¿premonitoria?) de la escultura de Chris Giffin comprada en 1997 por los Harrison, un reloj hecho con materiales reciclados, en donde se lee “Now and then”. Una imagen de la misma ilustra la contratapa de los vinilos de la nueva canción; o incluso, acaso rizando el rizo, el vínculo de la letra con lo que trascendieron fueron las últimas palabras de Lennon a Mc Cartney antes de su asesinato: "My old friend, won't you think about me every now and then?" (mi viejo amigo, ¿pensarás en mí de vez en cuando?).

(6) Ben Foster (1977) es un reconocido compositor británico sobre todo por su trabajo en la serie de la BBC Torchwood y como orquestador de Murray Gold para la serie de televisión Doctor Who del mismo canal

(7)Cf.https://www.instagram.com/reel/CzeWr5bNYT7/?utm_source=ig_web_copy_link&igshid=MzRlODBiNWFlZA%3D%3D

sábado, 2 de septiembre de 2023

BREVE RELACIÓN SOBRE LA DESAPERCIBIDA MUERTE DE UN SOLDADO EN TUYUTÍ

Como los demás, estaba a la espera de instrucciones. Sería ya media mañana de ese 24 de mayo de 1866. Allá a lo lejos, entre los palmares vio un tumultuoso movimiento, pero a ojo desnudo, loma de por medio, nada más que eso podía distinguir. El sudor y su chaqueta roja ya eran una sola cosa.

Recuerda cuando recibió la convocatoria de parte del Mariscal. “Precisamos de todos”, dijo. “La Patria está en peligro”. Entonces, se despidió de su mujer con un beso en la frente y después de sus tres hijas de tres, seis y cinco años. El abrazo fue apretado, interminable. “Tanderovasá” se escuchó decir, antes de abandonar el rancho asunceño. El día no había aún clareado cuando con su vetusto fusil de chispa y su machete a la cintura se hizo a la marcha, con la certeza de hacer lo que correspondía hacer. Nada más, ni tampoco nada menos.

No era la primera vez que la Patria se encontraba bajo la misma amenaza. Taita guasú, el padre de su padre se había batido a la orden de Andresito. Y tras la selva, en los tiempos de los pa’is, cuando los bandeirantes incursionaban una y otra vez en la región, sus antepasados estuvieron en servicio, con las lanzas afiladas, dispuestos a darlo todo por defender lo propio, que es precisamente lo que hace de algunas guerras, según escuchó de sus superiores, “no sin pena, guerras legítimas”, por cuanto “la guerra nunca es cosa buena”. Así que esta circunstancia en la que se encontraba no era historia nueva, antes bien, apenas la rememoración de otra tan antigua como luctuosa.

Ahí estaba, apostado en uno de los dos batallones puestos bajo la orden del General Resquín, mientras dejaba pasar el imperioso tiempo espantando moscas y mangangaes. La noche había sido quieta y felizmente fresca, pero presintió en ese frescor el frío de la muerte, o peor aún, el presagio de una jornada nefasta para todos. Más allá de las tiendas de los oficiales alcanzó a adivinar la figura de Madame Lynch aquí y allá, departiendo con unos y con otros. “Tiene el magnetismo de su marido”, pensó. Algunos diálogos horadaban el silencio como ansiosa bayoneta.

                                    

Los primeros intercambios de fuego tuvieron lugar sobre el mediodía. El sol ya estaba fuerte. La misión dispuesta era cruzar el estero Bellaco norte primero por el paso Yatayty Corá. La tierra de nadie, esos dilatados potreros apenas interrumpidos por pequeños bosques de arbustos achaparrados y palmares, seguramente habría que atravesarla bajo el fuego enemigo, pensó. Se dio la orden de avanzar. El soldado apagó su cigarro, sorbió tres veces el mate ya lavado y frío, y al son del clarín inició la marcha.

Recordó a su kuña, a sus hijas pequeñas, en tanto se adentraba con dificultad en medio del estero antes de cruzar el paso Lequizamón. Más allá, ocho regimientos de caballería se hacían camino rumbo a las posiciones enemigas, cuya artillería ya había comenzado a arremeter, con su sesgada lluvia de muerte. Entendió entonces que empezaba su combate, y que la suerte estaba echada.

Ore Ru, yvágape reiméva,

toñembojeroviákena nde réra,

ta ore añuãmba ne mborayhu…

Y efectivamente tuvo suerte. Imbuido en la plegaria, como queriendo exorcizar el estruendo del fuego y del cañón, con el corazón caliente encontró su destino cuando dos disparos le atravesaron el pecho. “Muero por la Patria”, alcanzó a decir entre borbotones de sangre, antes de fijar la mirada al Cielo.

Postrado desde entonces tras infinidad de sufrimientos, este añoso escribiente es quien deja por escrito estos sucedidos, una vez más padeciendo mientras escribe y con obstinada claridad, el horror de esas casi cinco horas dantescas de la primera de Tuyutí.

Agradezco a Tupã Ñandejára la fortuna de poder registrar para la posteridad las últimas horas de ese soldado, de ese héroe, un mártir como los que se cuentan miles, un mártir de quien nunca supe su nombre.

(C) Tomado de Merello-Guilleminot, E. (2021) - Dialogos - Poesías y relatos varios, España, BoD.

Imagen:  "Batalla de Tuyutí" (detalle), pintura de Cándido López (1840-1902).

 

 

domingo, 23 de julio de 2023

LA SCHOLA CANTORUM DE MONTEVIDEO, LA BREVE HISTORIA DE UN LARGO NEUMA DE 25 AÑOS

Días atrás mi memoria me transportó en el tiempo y espacio muy lejos, a Montevideo, la capital del Uruguay, 35 años atrás. Entonces, tuvo lugar el dictado de mi primera clase de canto gregoriano en un salón de la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos del Uruguay a un grupo de personas que con el tiempo constituirían la Schola Cantorum de Montevideo. Las líneas que siguen procurarán presentar al lector un esbozo de su servicio y acción en favor -y a partir- de este género de música sagrada.

Esa fecha, el 4 de julio de 1988, señala  efectivamente el comienzo de la Schola Cantorum de la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos, luego devenida la Schola Cantorum de Montevideo (SCM) que funcionó ininterrumpidamente y como en un largo neuma, hasta 2013. La Providencia quiso que con el tiempo éste fuera el inicio de una de las primeras escuela de canto gregoriano establecida en América Latina. (1)

La Schola no fue sino una verdadera aventura espiritual para todos sus actores, incluyendo a quien esto escribe. En efecto, la tarea era ardua: recuperar al uso -restaurar tout court- el canto gregoriano en Montevideo, en donde (y como prácticamente en todas partes) tras la tormenta litúrgica suscitada por el concilio Vaticano II, las comunidades religiosas lo desestimaron y mucho más las comunidades parroquiales, en donde la sustitución por el cancionero religioso popular como el de Cantemos, hermanos (2) hizo de la excepción (canto coral mixto acompañado por una o dos guitarras, en ausencia de teclados electrónicos) la norma, prácticamente en cada una de las setenta y seis parroquias con que entonces contaba.

La Schola Cantorum de Montevideo frente a su sede de la calle Inca el 5 de octubre de 2008. A sus pies, un curioso tetragrama conformado con las vías del desaparecido tranvía montevideano (foto: Archivo EMG)

Por esos tiempos, allende los conocimientos técnicos personalmente adquiridos en primer lugar con el P. Eugenio Garateguy (3) y luego con el P. Raúl Patri,(4) en muchos aspectos era la intuición la que nos movía, en ausencia justamente de testimonios directos en lo que refiere a la práctica coral de este repertorio vocal sagrado. La bibliografía y los registros fonográficos entonces eran escasos y todo se sostenía particularmente en la pasión que me ha movido a lo largo de todos estos años y que entonces compartí junto a un extraordinario grupo de hombres y mujeres de todas las edades y procedencias, igualmente “tocados” por este amor sin fronteras por el canto tradicional de la Iglesia romana.

I) UNA VIDA ERRANTE

La vida de la SCM, ateniéndonos a su emplazamiento administrativo-pedagógico atravesó cinco grandes momentos:

A) De 1988 a 1991: Sede en la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos.

B) De 1992 a 1993: Sede (provisoria) en la Parroquia María Auxiliadora (Talleres Don Bosco).

C) De 1993 a 2003: Sede en el Club Católico de Montevideo.

D) De 2003 a 2005: Sede en la Multiversidad Franciscana de América Latina (Conventuales).

E) De 2005 a 2013: Sede en el domicilio del director (barrios de Tres Cruces y luego el Cordón).

Establecida inicialmente -como se dijo- en la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos, antigua y prestigiosa institución católica entonces emplazada en el Palacio Urtubey de Montevideo, la Schola en sus comienzos se benefició del interés y apoyo invalorable de la Prof. Isabel Morales (5) -a la sazón secretaria de dicha institución- y de su presidente, la Sra. Carmen Pittaluga de Cáceres, quienes desde la primera hora encaminaron el emprendimiento. En esa sede se dictaban los cursos de iniciación, teniendo como objetivo la conformación de un coro, particularmente para animar las celebraciones eucarísticas que se ofrecían regularmente en la capilla de la institución, proyecto que comenzó a tomar forma cuando los alumnos de este primer curso cantaron en una Misa allí celebrada el 13 de agosto de 1988.

Meses después, el 22 de octubre de ese año, la Schola hizo su primera presentación pública de divulgación en un acto de homenaje al P. Arturo Mossman, ejecutando en la oportunidad el Regina caeli y mi Ave Maria neogregoriano dedicado a Juan Pablo II el año antes. 

      Antigua imagen del Palacio Urtubey, sede de la Schola ente 1988 y 1991, año éste en el que fue demolido (foto: https://www.montevideoantiguo.net/palacio-urtubey/).

 Primera presentación fuera de una Misa el 22 de octubre de 1988 (foto: Archivo EMG)

Durante años la Schola ofreció su animación litúrgica en estas misas que tenían lugar en la Asociación. Tiempo después -el 8 de diciembre de 1990- la Schola Cantorum inició su actividad fuera de los muros de la institución, al participar de una Misa ofrecida en la Capilla San José. Precisamente, la liturgia dominical de esa capilla ubicada en el populoso barrio de Pocitos de la capital uruguaya, habrá de ser luego el centro de acción de la entidad, entre abril de 1994 y noviembre de 1995.

Animación de actos, celebraciones, recitales -como el primer recital con mesa redonda junto al P. Patri el 21 de julio de 1991 en la misma Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos- tuvieron lugar a lo largo de todos estos primeros años de vida de la institución.

Mesa redonda-recital del Coro de la Schola Cantorum el 21 de julio de 1991 en donde se llegó “a grados de comunidad estética como raramente ocurre en materia interpretativa en nuestro país” en palabras del crítico musical Nelson Giguens Risso (foto: Archivo EMG)

Frente a su sede el 29 de diciembre de 1990 (foto: Archivo EMG).

A partir de marzo de 1992, la Schola abandona esta institución para establecerse provisoriamente en dependencias de la Parroquia María Auxiliadora, a un costado de los Talleres Don Bosco, animando mensualmente una de las misas que se celebraban en su iglesia parroquial. Esta nueva situación llevó a que el 3 de abril de 1992 se resuelva adecuar el nombre a la misma, por lo que la organización pasó finalmente a denominarse Schola Cantorum de Montevideo. 

          Durante una Misa en la Parroquia Nuestra Señora del Huerto el 29 de diciembre de 1990 (foto: Archivo EMG)

La SCM junto a los padres Jorge Mastrángelo y Edison Noguez -éste último amigo querido y bienhechor de la SCM- frente al Santuario de Santa Rita de Casia el 25 de agosto de 1991 (foto: Archivo EMG)

En los Talleres Don Bosco el 12 de diciembre de 1992 (foto: Archivo EMG).

Con sede en los altos del Club Católico de Montevideo a partir del 1 de octubre de 1993 y por espacio de una década, gracias a la acción de sus autoridades y en especial del Dr. Gastón Barreiro Zorrilla,(6) presidente en el entonces, la SCM desarrolló una intensa actividad docente y de promoción de este repertorio litúrgico.

Desde 1994, diversos auspicios institucionales entre los cuales el del mismo Club Católico, de la Orden de Malta o la Asociación de Arte Cristiano,(7) y empresariales, como el de la revista “Sinfónica”, el diario “El País”, radio Oriental AM770, etc., sostuvieron todos esos años de labor fecunda. Los medios masivos se hicieron rápidamente eco de esta ingente labor. 

                           Sede institucional de la Schola en el histórico edificio del Club Católico de Montevideo                                    

                                                                           el 27 de mayo de 1996 (foto: Archivo EMG)

Salón principal de su sede el 27 de mayo de 1996 (foto: Archivo EMG).

Presentación en el Club el 9 de diciembre de 1998 (foto: Archivo EMG)

Justo es reconocer que si de nuestra parte hubo responsabilidad en todo esto, también lo fue el hecho que el canto gregoriano entonces tenía enorme actualidad en virtud a la difusión planetaria de los discos del coro de monjes de la Abadía de Santo Domingo de Silos (España), los cuales convirtieron el canto tradicional de la Iglesia católica en música “de consumo” masivo (8) ¿Por qué habrían de interesar a los jóvenes estas melodías milenarias tanto o más que cualquier otra de actualidad? Si bien la respuesta se desprende de su valor artístico y espiritual inmanente, lo cierto es que por el entonces la Schola Cantorum se transformó en una suerte de “embajadora” de esa manera de cantar la Palabra de Dios frente a los altares uruguayos.

A partir del 22 de noviembre de 1997 -Fiesta de Santa Cecilia- la SCM comenzó a celebrar mensualmente en la cripta de la iglesia de San José y San Maximiliano Kolbe (padres franciscanos conventuales) el oficio de Completas, y exactamente dos años después, también el oficio de Vísperas, actividad que se prolongaría con buena y constante presencia de fieles y público hasta 2005: evidentemente, que una organización de laicos celebre el Oficio divino cantándolo íntegramente en latín y con gregoriano en una iglesia capitalina, y esto en forma libre y regular, constituía -y sin dudas hoy también, si fuera el caso- un acontecimiento absolutamente extraordinario. Así lo entendía la gente que se aproximaba a escuchar y participar de los mismos con curiosidad primero, y luego con vivo interés.


 

Las Vísperas y Completas en ese antiguo convento franciscano fueron un verdadero acontecimiento del que la prensa local se hizo eco. Fotos de la primera celebración de Completas, 22 de noviembre de 1997 (fotos: Archivo EMG).

Tras el cierre del histórico Club Católico en 2003 y hasta 2005 la sede de la Schola Cantorum tuvo lugar justamente en dependencias de la Multiversidad Franciscana, el antiguo convento ubicado al costado de la iglesia de San José y San Maximiliano Kolbe, luego de lo cual las Vísperas, Completas y la Misa continuaron ofreciéndose en forma mensual, pero en la Iglesia de San Antonio y Santa Clara (padres franciscanos capuchinos), unas cuantas cuadras más arriba y hasta 2009. 

 

En la iglesia de Santos José y Maximiliano el17 de diciembre de 2000 (fotos: Archivo EMG)

La pérdida del local en la Multiversidad supuso una vez más la búsqueda de un nuevo emplazamiento para las reuniones, ensayos, clases, materiales y archivo. Se decidió en 2006 que fuera en mi domicilio de Tres Cruces y finalmente en el Cordón en donde todo esto tuviera lugar, situación que se habría de prolongar hasta 2013. Cabe mencionar la continuidad de estas actividades aun durante mis (repetidas) ausencias por estudios o razones profesionales; entonces, las mismas eran parcialmente aseguradas por algunos de sus integrantes.

La última presentación en una Misa del Coro de la SCM tuvo lugar en la Capilla San Alejandro, el 27 de julio de 2013.

En la Catedral de Montevideo el 25 de octubre de 2008 (foto: Archivo EMG).

                                    En la Capilla San Alejandro el 1 de noviembre de 2010 (foto: Archivo EMG)

II) ACCIÓN DE LA SCHOLA CANTORUM

Debo admitir que personalmente este proyecto de la SCM me tuvo muy ocupado, habiéndolo asumido como una verdadera misión: la promoción del gregoriano en el Uruguay.(9) Durante los veinticinco años en que estuvo activa, la entidad ofreció de manera multimodal su servicio en distintas instituciones, comunidades y parroquias de Montevideo, valiéndose de siete grandes ejes de trabajo:

  • Cursos teórico-prácticos: de tres semestres (ofrecidos entre 1988 y 1991) y seminarios de dos meses (ofrecidos entre 1990 y 2013).

  • Conciertos: “¡Viva el canto gregoriano!” (concierto didáctico: miscelánea de piezas populares comentadas, ofrecido entre 1990 y 2003); “Orar en gregoriano” (concierto litúrgico: piezas gregorianas populares, textos escriturísticos y guión escrito, ofrecido entre 1996 y 1998); “Cantate Domino(concierto de órgano y piezas de Adviento, ofrecido en 1998).

  • Conferencias y mesas redondas ilustradas: como las ofrecidas en la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos, el Museo Romántico, el Club Católico, la Alliance Française (entre 1991 y 2008).

  • Ciclos radiales: como el recordado programa "Espacio gregoriano" (emitido en radio Oriental AM770 entre el 24 de abril y el 26 de junio de 2004).

  • Publicaciones: como el “Boletín gregoriano” (de circulación interna entre 2006 y 2012 con artículos e información de sus actividades), y sobre todo el libro titulado Introducción a la teoría y ejecución del repertorio gregoriano. (10)

  • Animaciones en distintos acontecimientos culturales: como seminarios, charlas, bodas, e incluso un auto sacramental.(11)

  • Proyectos de registros fonográficos: como el de “Vísperas y Completas conventuales”. (12)

    Toda esta labor obtuvo fehacientemente el aprecio de público y crítica, en un país -como se sabe- fuertemente secularizado desde hace más de un siglo, y de práctica religiosa ínfima (13). Y como dato curioso, hoy que se habla de la tecnología aplicada a este repertorio litúrgico, (14) la SCM fue la primera institución musical uruguaya en tener presencia en internet: su página web fue diseñada y subida por Gerardo Merello en 1996. 

     

    Tríptico trilingüe impreso en su tradicional papel kraft biodegradable (foto: Archivo EMG)

Siendo que una enumeración detallada de toda la actividad de la Schola escaparía a la síntesis que pretende el presente trabajo, en cambio podrían mencionarse algunas de las instituciones en el marco de las cuales la SCM ofreció sus competencias durante su existencia, aparte de las instituciones y comunidades religiosas antes mencionadas: el Instituto Teológico “Mariano Soler”, la revista “Umbrales”, el Centro de Investigación y Estudios Familiares, la Escuela Nacional de Declamación “Concepción Antonelli de Requeséns”, la Asociación Cristiana de Jóvenes, la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga”, el Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas…

 

Programa de un recital ofrecido el 14 de diciembre de 2002 (foto: Archivo EMG).

Conferencia recital en el Museo Romántico, auspiciada por el MEC, el 2 de septiembre de 1993 (foto: Archivo EMG)

Presentación en el Club Católico el 30 de junio de 1993 (foto: Archivo EMG)

¿Cuál era el “estilo” de ejecución de la SCM? ¿Cómo se desarrollaba concretamente esta actividad? Sobre lo primero, debo decir que antes de su fundación establecí contacto epistolar con dom Jean Claire, el director del coro de monjes de la Abadía de Solesmes, centro -como se sabe- de la restauración del canto gregoriano. Vale decir que nunca estuve ajeno ni a sus registros fonográficos -que aun hoy constituyen una referencia absoluta en la materia- ni a sus contribuciones en el plano de la investigación. La Schola, permeable en los inicios al mal llamado “Método de Solesmes” impulsado por dom André Mocquereau y seguido luego por dom Joseph Gajard, (15) a partir de 1996 tomó como base de trabajo las investigaciones semiológicas de dom Eugène Cardine, centradas en el neuma, signo con el que se fijó el gregoriano en la época medieval entendido como verdadero “jeroglífico” (16) por cuanto expresa de una forma no cuantificable movimientos melódicos, expresión y ritmo con que ha de entonarse la Palabra de Dios. (17)

En relación a lo segundo, confieso que en mis largos años de docencia gregoriana (comprendiendo en esto a la desarrollada en el seno de la SCM) siempre tuve como estrella Polar la consideración de dos aspectos que entiendo emanan del mismísimo sentido común: (18) la adecuación del repertorio a los recursos y al tiempo disponibles, y a la situación donde esta acción se lleva a cabo. Esto, en el caso de la Schola fue antes que un condicionante, un punto de partida que obligó a hacer cambios según el personal disponible, buscando generar en los fieles “proximidad” con el gregoriano sobre la base a la reiteración. En efecto, asegurar el Ordinario en gregoriano, y alguna pieza más como la tradicional antífona mariana a la salida de las misas, no resulta ni difícil para los actores, ni distante para los fieles presentes. Y cuando durante las celebraciones eucarísticas se cantaban las piezas del Propio, algunas escogidas o las del día, éstas finalmente se tradujeron al castellano, en la búsqueda del acercamiento desde la comprensión. En cuanto a los oficios de Vísperas y Completas, más específicos y con una presencia pública diferente, siempre fueron cantados íntegramente, tal como ya se dijo, en lengua latina. (19)

 

Folleto con información de los seminarios dictados en la SCM (año 2001).

En su amplio arco de existencia, y siempre imbuida en la misión de promover un lenguaje -el gregoriano- que la tradición y el sentido común presentan como modelo para cualquier otra forma de cantarle a Dios, me vienen a la memoria algunos momentos memorables en la vida de la SCM, entre los cuales:

  • Participación en una Misa presidida por Mons. Luis del Castillo (Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos, 28 de diciembre de 1988). La Schola cantaba aquí por primera vez frente a una alta autoridad eclesiástica, en este caso el obispo auxiliar de Montevideo.

  • Participación en la apertura de la XII Exposición anual de la Asociación de Arte Cristiano (Cabildo de Montevideo, 8 de diciembre de 1994). El lugar histórico, la importancia del evento y la cantidad de público congregado hizo de esta prestación un momento que se ganó el recuerdo de los cantores presentes.

  • Participación en la conmemoración del 30° aniversario de la declaración Nostra Aetate (Instituto Teológico del Uruguay “Mariano Soler”, 25 de octubre de 1995). En presencia de autoridades de la Iglesia y de otras confesiones, fue un acto de gran relevancia.

  • Participación en un acto en la Gruta de Lourdes, en conmemoración del 50° de su inauguración (Gruta de Lourdes, 11 de febrero de 1997). Un evento multitudinario que quedó grabado en los corazones de los participantes del mismo.

  • Participación en la clausura del XII Festival Internacional de Órgano del Uruguay, junto a la organista Myriam Marchioro, también miembro de la Schola (iglesia de Punta Carretas, 6 de diciembre de 1998).

  • Participación en una Misa de acción de gracias por el 10° aniversario de la fundación de la SCM, presidida por Mons. Francesco De Nittis (Nuncio Apostólico) y concelebrada por los Padres Lorenzo Ballan, Martín Bitzer, Jaime Fuentes y Erico Fecher (Iglesia de Santos José y Maximiliano, 13 de diciembre de 1998). El representante del Santo Padre en el Uruguay, sacerdotes y bienhechores queridos, y una iglesia colmada jalonaron esa importante celebración en la que era entonces la sede de la actividad litúrgica de la Schola.

  • Peregrinación Jubilar al Santuario de la Virgen de los Treinta y Tres Orientales (Florida, 3 de septiembre de 2000). En dos ocasiones la SCM se hizo presente en Florida, para cantar a los pies de la Patrona del Uruguay.

  • Participación en el Simposio “Eladio Dieste”, organizado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (iglesia de Cristo Obrero de Atlántida, 25 de septiembre de 2000). Un evento de proyección internacional para rendir homenaje a esa destacada personalidad uruguaya.

  • Ciclo de recitales “¡Viva el canto gregoriano!” (tres iglesias de Montevideo, mayo de 2003). Fueron estos, conciertos de una muy buena recepción por parte del público. La prensa -hasta donde yo sé- estuvo ausente.

  • Participación en una Misa de acción de gracias por el 20° aniversario de la fundación de la SCM, presidida por el P. Ernesto Diano seguida de las Completas, en colaboración con la Conferencia Vicentina (Catedral Metropolitana de Montevideo, 26 de octubre de 2008). Una vez más, el coro de la Schola se hacía presente en la Catedral, con importante presenciad de fieles.

    Tapa de la revista “Sinfónica N° 21 de octubre de 1996 (foto: Archivo EMG)

    Publicidad de la emisión presentada por la SCM, diario “El País” 23 de abril de 2004 (Archivo EMG).

III) PROYECCIÓN DE LA SCHOLA

Construir en el Uruguay una organización dedicada “al cultivo, práctica y divulgación de la oración litúrgica por medio de una de sus formas más características, como el canto gregoriano”, tal como se lee en los documentos oficiales de la SCM, para la misma y durante el tiempo de su presencia y acción, no fue un emprendimiento sencillo. Ya en los años ‘40 el arzobispo de Montevideo Mons. Juan Francisco Aragone instaba a recuperar en su jurisdicción la verdadera música sacra y el canto gregoriano,(20) por lo que -sumado a la reforma litúrgica conciliar- en el momento de la irrupción de la SCM, solo una práctica residual de estas melodías se verificaba en las iglesias uruguayas, perviviendo apenas en algunas comunidades religiosas. La fluctuante docena de miembros, hombres y mujeres, que integraron el coro estable de la Schola, puede testimoniar de esa labor abnegada que se asumía como augusto estandarte.

                                Concierto en el Club Católico el 11 de diciembre de 1997 (foto: Archivo EMG)

                   Concierto en la Capilla del Colegio Liceo Santo Domingo el 25 de mayo de 2003 (foto: Archivo EMG)

Y, debo decirlo aquí que, habida cuenta que no se demandaba confesión religiosa en el momento de inscripción a los cursos y/o el ingreso a su coro, quiso Dios que el gregoriano -por medio de la acción de la Schola- diera lugar a numerosas conversiones, hecho que en modo alguno debiera sorprendernos. (21) Esta catequesis por el gregoriano construyó vínculos fraternos entre todos que se aseguraban mediante reuniones, retiros, peregrinaciones, sesiones de formaciones con docentes invitados (22) -podría afirmarse que el coro de la la SCM no era sino la punta de ese iceberg-, vínculos en fin, que se hicieron profundos y perdurables: Ecce quam bonum et quam iucundum habitare fratres in unum! (23) 

Durante un retiro en el Monasterio Santa Clara de San José de Carrasco, Canelones, el 19 de mayo de 1996 (foto: Archivo EMG)

En el Carmelo Nuestra Señora del Silencio y la Esperanza tras una Misa el 21 de marzo de 2009 (foto: Archivo EMG).

Por otra parte, los tiempos desde el comienzo de su labor hasta su final, habían cambiado. En efecto, al gusto de los nostálgicos y la curiosidad o las búsquedas espirituales de los más jóvenes de finales de los ‘80 y ‘90, casi desaparecidos los nostálgicos veinte años después, los demás o bien mostraban una cierta apatía o una toma de posición sobre el canto gregoriano, en ese parteaguas que significó ya durante el pontificado de Benedicto XVI el motu proprio Summorum pontificorum. (24) Así, se quiso etiquetar a quienes propugnaban o directamente se mostraban favorables al gregoriano como “tradicionalistas” o partidarios del “rito tridentino” devenido por ese mismo documento “forma extraordinaria” del rito romano, frente a los alineados en favor de la “forma ordinaria”, del aggiornamento en las cuestiones litúrgicas a como dé lugar y perdiendo lo que haya que perder. A esa clase de personas, el Novus Ordo de Pablo VI en latín -y naturalmente con el gregoriano de siempre- más que extraño, les resultaba una suerte de oxímoron. (25)

 La SCM en el estudio de Sala Dos grabaciones en pleno proyecto (inacabado) del CD “Vísperas y Completas Conventuales” el 1 de junio de 2002 (foto: Archivo EMG)

En la Piedra Alta, Florida,el 3 de septiembre de 2000 (foto: Archivo EMG).

En ese contexto, la autogestión, independencia y espontaneidad que estuvo en el origen de la SCM, también la estuvo en su final, habida cuenta de su desaparición, casi sin dejar rastros.

Collage de recortes de prensa anunciando o comentando la actividad de la SCM (Archivo EMG)

Resulta muy normal que un maestro recuerde a sus alumnos, reposada la mirada en la lontananza. Era el caso de mi abuela y madrina, y también lo es el de mi madre, ambas docentes durante toda su vida. En cuanto a este servidor, ya he dejado en otras páginas consignado mi recuerdo al vasto centenar de alumnos que pasaron por las aulas y el coro litúrgico de la SCM. (26)

En el claustro del convento franciscano, el 13 de diciembre de 1998 (foto: Archivo EMG).

Este año pues, a treinta y cinco años de la fundación y diez de su desaparición, mirar para atrás en toda esta historia se me ocurre más que un ejercicio de evocación, un acto de justicia y reconocimiento a los implicados en este ingente trabajo de cultivar y preservar esta espiritualidad lírica que es el canto gregoriano, en tanto "Biblia cantada", al decir de dom Cardine. Nunca está de más pues, repetir lo que uno siente, sobre todo cuando con ellos, alumnos muy queridos, hemos rezado cantando -”rezar dos veces”- tanto, aquí y más allá, por toda la República Oriental del Uruguay, usando las alas (neumáticas) de este repertorio sin igual.

Enrique Merello-Guilleminot

Mi agradecimiento especial a Anamaría CLEDON, Juan MERELLO y a María Aurora VOLPI

 

(1) No debiera dejarse aquí de mencionar a la Schola Cantorum Bogotensis: “La Sociedad CANTICUM NOVUM se conformó en 1984 en la ciudad de Bogotá, Colombia por iniciativa del psicólogo y catedrático dr. Ramiro ALVAREZ CUADROS  y durante muchos años contó con la dirección del maestro Luis TORRES ZULETA. La integran profesionales de las más diversas disciplinas, a quienes ha unido la admiración por el canto gregoriano y su deseo de estudiarlo profundamente y de darlo a conocer. (…). El subtítulo Schola Cantorum Bogotensis hace referencia a la ciudad de Bogotá, en donde nació y actúa el coro.” [cf. La Sociedad Coral Canticum Novum - Schola Cantorum Bogotensis (n.d.). Recuperado el 7 de julio de 2023 de https://www.angelfire.com/co/canticum/elgrupo.html]. Téngase presente que el largo siglo que separa la fundación de ambas instituciones de la restauración del canto gregoriano genuino por Solesmes, se explica por el hecho que en los anteriores la enseñanza de este repertorio bajo el nombre de “canto llano” era dispensada como parte de la formación religiosa de los sacerdotes y religiosos, en los propios seminarios de formación.

(2) El cancionero religioso popular Cantemos hermanos, publicado por La Gruta, Ediciones Dehonianas, Montevideo, fue un libro de amplia difusión entonces. En 2004 contaba veintiocho ediciones.

(3) El padre Eugenio GARATEGUY (1919-1990), tras estudiar en la Escuela de Música Sacra de Ratisbona (Alemania) desarrolló sobre el final de su vida una intensa labor de difusión del canto gregoriano, mediante cursos auspiciados por el Ministerio de Educación y Cultura, la edición de un opúsculo intitulado Nociones elementales de canto gregoriano – Teoría y Práctica (Palacio de la Música, Montevideo, 1983), y la dirección del Coro “San Gregorio Magno” con sede en la Parroquia de los Santos Apóstoles (padres palotinos) de Montevideo, el cual podría considerarse antecesor de la SCM.

(4) El padre Raú PATRI, SJ (1923-2000), quien se había especializado en gregoriano en el Instituto Pontificio de Música Sacra (PIMS), ejerció la docencia de esta asignatura en la Escuela Universitaria de Música del Uruguay. Sobre el final de su vida dirigió un coro de alumnos llamado “Pneuma” luego a cargo de su alumna, la Prof. María Laura REY.

(5) Profesora de francés, Isabel MORALES fue autora de Parlons (1973, Montevideo, Ed. Monteverde), un libro de texto de uso muy extendido en la enseñanza media del Uruguay por esos años.

(6) El Caballero Gaston BARREIRO ZORRILLA (1918 -2009) fue un abogado, empresario, y hombre de letras de vasta labor en la causa católica uruguaya, recordado bienhechor de la SCM.

(7) Hilda VARELA de NARANCIO (1931-2009), artista plástica formada en Europa y luego con J. Gurvich y J. Alpuy del Taller Torres García, fue la fundadora de la Asociación de Arte Cristiano en 1983.

(8) Cf. ARECHAGA, I. (1994, 2 de marzo), Gregoriano en el “hit parade”. Aceprensa. Recuperado el 6 de julio de 2023 de https://www.aceprensa.com/religion/gregoriano-en-el-hit-parade/

(9) También, que su irradiación me permitió -por la gracia de Dios- extender mi acción allende la SCM y las comunidades religiosas locales que reclamaban mis servicios, llevándome hasta Gabón, Paraguay, Argentina, Francia, etc.

(10) Cf. MERELLO-GUILLEMINOT, E. (2003), Introducción a la teoría y ejecución del repertorio gregoriano. Montevideo, Ediciones de la Plaza. Su versión francesa debida a Jean ARRIGHI y publicada con la colaboración de dom Jacques-Marie GUILMARD, monje de Solesmes (2007, París, Pierre Téqui) adquirió una gran difusión.

(11) El auto sacramental “Representación de la Pasión de Jesucristo” de Lucas Fernández (1474-1542) con adaptación, puesta en escena y dirección de Mario SEGOVIA representado en la iglesia de Santos José y Maximiliano junto a la SCM el Viernes Santo de 2003.

(12) La Gran Enciclopedia del Uruguay (2000-2002, Editorial Sol 90, Barcelona, El Observador, t. IV, p. 1494) hace referencia a este proyecto.

(13) “Un total del 37% de los uruguayos dicen no tener una religión en particular o que son ateos o agnósticos” lo que transforma al Uruguay en el país más secular de América Latina [Cf. Pew Research Center, (2014, 13 de noviembre). Religión en América Latina: Cambio generalizado en una región históricamente católica, p. 16].

(14) Cf. Redacción (n.d.) (2023, 31 de mayo). Recuperan 4.000 cantos gregorianos silenciados desde hace más de 1.000 años, Diario en Positivo +. Recuperado el 12 de julio de 2023 de https://www.diarioenpositivo.com/articulo/cultura/recuperan-4000-cantos-gregorianos-silenciados-hace-mas-1000-anos/20230531204310042211.html?fbclid=IwAR1gJ7e5xQwNZpQ9_Dj2nTjdJkG6ISLwaigJrzckET8IA8oJq725m1-lNsk

(15) El sistema de signos rítmicos hoy desestimado en las últimas ediciones de Solesmes, estuvieron a la orden del día desde la aparición del célebre Liber usualis -vademecum del cantor gregoriano desde principios del siglo pasado, con sus “episemas verticales” señalando imaginarios “ictus” a contramarcha de los acentos tónicos del texto latino, y sus puntos de retardo que en verdad son de duplicación del “tiempo”-, dando lugar a una mensuración encubierta que ha desfigurado el ritmo de estas melodías durante décadas [Cf. GUILMARD, J.-M. (2022), Le rythme du chant grégorien, Éditions de Solesmes].

(16) La palabra procede del griego ἱερογλυφικός (hieroglyphicus), constituida de ἱερός (hieros, sagrado) y γλύφειν (glyphein, tallar, grabar). Y precisamente, quien comenzó el proceso de descifrado de los signos neumáticos a finales del siglo XIX fue dom Joseph POTHIER, monje de Solesmes a quien se le llamó el “Champolion de los neumas”.

(17) Cf. MERELLO-GUILLEMINOT, E. (2019), Pédagogie grégorienne à la lumière de la semiólogie cardinienne Recuperado el 17 de julio de 2023 de https://merello-guilleminot.blogspot.com/2019/05/pedagogie-gregorienne-la-lumiere-de-la.html

(18) Habida cuenta de Quien es el destinatario, más allá de que los sacramentos son impartidos ex opere operato, es evidente la impertinencia de la improvisación en medio de la Sagrada Liturgia.

(19) En base al postulado que “los que oyen (…), aunque no entiendan lo que se dice en el canto (como sucede a los fieles que ignoran el latín) saben, sin embargo, con qué fin se canta, esto es, para alabar a Dios; lo cual (unido a la naturaleza de las sagradas melodías) basta para moverlos a devoción” en palabras de santo Tomás de Aquino [citado por U.C. (1912). La música Sagrada Según Santo Tomás de Aquino, pp. 425-439, Ciencia Tomista, 4 , p. 5 )].

(20) Cf. ARAGONE, J. F. (1940, 12 de agosto), Carta Pastoral Sobre música sagrada. A algunos meses de su renuncia acaecida en noviembre de ese mismo año,  el documento ya testimonia los excesos que se constataban sobre este importante aspecto en su sede episcopal (más información sobre el canto gregoriano en el Uruguay: cf. https://merello-guilleminot.blogspot.com/2012/06/panorama-del-canto-gregoriano-en-el.html )

(21) Tengo en el registro de mi memoria inclusive a ateos o agnósticos que se mostraban interesados en el entonces por este repertorio melódico.

(22) Fue memorable el taller ofrecido a los miembros de la Schola por la gran cantante y maestra uruguaya Alba TONELLI (1931-2022) el 28 de agosto de 2002.

(23) Cf. Sal 132,1

(24) Cf. BENEDICTO XVI (2007, 7 de julio), motu proprio Summorum pontificorum. Conviene anotar que en la exhortación apostólica post-sinodal Sacramentum caritatis del 22 de febrero del mismo año, el Santo Padre tras referirse a la introducción de géneros inapropiados al culto y a la improvisación musical manifiestaba: “deseo que, como los padres sinodales lo han demandado, el canto gregoriano en tanto que propio de la liturgia romana, sea valorizado de manera apropiada”.

(25) La situación, hoy julio de 2023, abolido Summorum pontificorum por el motu proprio Traditionis custodes promulgado por Francisco el 16 de julio de 2021, lejos de tener una apariencia de solución, se encuentra aun más polarizada.

(26) Cf. MERELLO-GUILLEMINOT, E. (2022), Por los caminos de Dios – Crónicas de un peregrino latinoamericano, España, Book on Demande, pp. 167-168.